sábado, 26 de septiembre de 2009

Las hijas del presidente ZP



Qué error, qué inmenso error. El político español más pendiente de su impacto mediático, el gobernante pop de Claudio Magris, el mago de las apariencias ha resbalado en un sencillo asunto de puesta en escena.

Meses de agobio interior esperando su momento estelar, el discurso en la ONU, la reunión con Obama, y lo que queda de todo eso en la opinión pública es un fragoroso debate nacional en torno a una fotografía, un vapuleo cruel, un descarnado pitorreo sobre las dos cosas que más protege y cuida: su imagen y su familia.

La controversia nació en El Semanal Digital por una primera foto que Efe decidió guardarse en el cajón de los recuerdos de las hijas del presidente en la tribuna de invitados de la ONU. Luego, otra foto en el Metropolitan Museum of Art de Nueva York, que los "pretorianos" de Zapatero quisieron hurtar nuevamente al público, elevó el asunto a debate nacional y a tormenta mediática.

El posado oficial de Laura y Alba junto a sus progenitores, José Luis Rodríguez Zapatero y Sonsoles Espinosa, y el matrimonio Obama ha desbaratado el anonimato que nuestro presidente quería convertir en derecho absoluto de sus dos hijas "góticas" adolescentes.

Hecha la instantánea, "los hombres del presidente", en contacto con el Departamento de Estado de la Administración Obama, quisieron impedir su divulgación. La foto, de hecho, se descolgó pocos minutos después de la web gubernamental estadounidense. Pero, claro, Zapatero, con su actitud, consiguió justo lo contrario de lo que buscaba, es decir, que la opinión pública haya convertido la instantánea, gracias a Internet, en una especie de "pásalo" descontrolado que ha llegado a veces a tener ribetes carnavalescos y hasta crueles.

Con todo, no debemos perder de vista lo realmente importante en toda esta historia, en la que las dos únicas perdedoras han sido las hijas del presidente. Dos adolescentes que, si nos atenemos a su estética y lo que ella comporta en cuanto a filosofía "gótica", necesitan protección, sin duda. Aunque probablemente no es la pérdida de su intimidad el mayor de los problemas que les sobresalta.

Me parece claro, de todas maneras, que hemos asistido en este último viaje a Estados Unidos de ZP a un nuevo intento de lavado de su imagen, en un momento delicado para el líder socialista. Lavado de imagen que se le ha ido de la mano a su equipo o a él mismo. Se ha tratado de aprovechar la "obamanía" para mostrar ante la opinión pública española el paralelismo político y personal de Zapatero con Obama. Por ello era necesario, esta vez, precisamente, que viajasen a cualquier precio junto al presidente su mujer e hijas.

Los dos presidentes nacidos el mismo día (4 de agosto, si bien con un año de diferencia), políticos con "estrella", preocupados por las energías renovables, de atractivo personal… Y, también, con una vida familiar parecida, casados con mujeres de acusado carácter, atractivas y ambos con dos hijas en edades adolescentes.

Muchas similitudes para que el equipo monclovita de comunicación las dejase escapar. Luego, claro, de ahí a deslizar, para que cale, el recado del "acontecimiento histórico planetario", ya profetizado por Leire Pajín, ante la coincidencia de dos líderes "progresistas" a ambos lados del Atlántico, Zapatero y Obama, hay sólo un paso.

Lo malo del asunto es que la campaña promocional ha saltado por los aires. Y, peor aún, quienes han pagado los platos rotos del agresivo marketing político del presidente, por desgracia, han sido sus hijas, expuestas a los focos por su propio padre, por más que el guión original sólo buscase que fueran vistas, para que se hablase de ellas, aunque no fotografiadas.

Ignacio Camacho desgrana en su columna de ABC la lista de pifias:

* Primer error:
* Llevarse a la familia empotrada de turismo en un viaje oficial con cargo al presupuesto. Después de años de preservar la privacidad de sus hijas, Zapatero las ha expuesto en un ámbito internacional ante cientos de personalidades y miles de fotógrafos. ¿No tenía mejor momento para llevarlas a Nueva York? ¿O es que en el fondo le ha podido la pulsión mimética respecto a Obama?
* Segundo error:
* Tratar de establecer una burbuja de intimidad en un viaje público en vez de asumir con naturalidad el séquito familiar, sea gótico o de cualquier otro estilo juvenil en boga.
* Tercer error:
* Ceder a la tentación de llevar a las muchachas a la asamblea de la ONU. Comprensible y hasta tierno en un padre que desea que sus hijas asistan a lo que considera un momento cumbre de su carrera, pero incompatible con el deseo de mantener a las chicas en la intimidad.
* Cuarto error:
* Censurar la primera foto de la agencia EFE, cuando ya había sido distribuida a los periódicos. Provocó un morbo artificial en torno a la prohibición y rodeó el asunto de una expectación añadida.
* Quinto error:
* La vanidad de posar con el matrimonio Obama ignorando que nada de lo que hace la Casa Blanca permanece en privado y que en el mundo de las redes globales no es posible sujetar la circulación de una imagen.
* Sexto error:
* Protestar por la difusión de la foto. Tiene derecho al pixelado del rostro de las menores, pero el esfuerzo baldío de Moncloa por detener la publicación ha delatado una evidente prevención temerosa e incrementado la curiosidad popular.
* Séptimo error:
* Last but not least: El dudoso atrezzo estético de la fotografía, a medias entre el lúgubre tenebrismo de la familia Adams y el patetismo tétrico de la de Bernarda Alba.

Es el aspecto más frívolo de la cuestión, pero también, o precisamente por eso, lo que ha provocado el desmesurado debate.

Un descuido escenográfico imperdonable en un hombre tan pendiente de las apariencias, que ha acabado zarandeado sin piedad en lo que esperaba como un momento de gloria.

NOTA: la foto que he colgado es la original.

PD: Lo cierto es que esta fotografía es la única de toda la serie de la cumbre en la que los mandatarios posan en ella con sus hijos, o cualquier familiar que no sea la mujer o el marido de éstos. Sólo Zapatero decidió que sus hijas posaran en la foto, y sólo sus hijas decidieron posar sin atuendos protocolarios. Porque ZP perdia el culo por hacerse una foto familiar con Obama, del que está "encoñado". Lo mismo que le paso a Aznar con Bush, le pasa a ZP con Obama.
La foto es tomada en la recepcion previa a la cena oficial ofrecida por el Presidente de EEUU a los lideres mundiales, por lo tanto en ese momento, la familia ZP esta representando a España, y en mi humilde opinion, un padre, en ese momento Presidente del Gobierno de España deberia haber sugerido a sus hijas una indumentaria mas acorde a la situacion.
Y ahora estas niñas son la mofa nacional, con la cantidad de montajes que existen con la famosa foto, vease como ejemplo este enlace:

http://www.telecinco.es/photogallery/16571/photo7.shtml

1 comentario:

joseluisvalladares.blogspot.com dijo...

Zapatero tiene un problema: es más corto que las mangas de un chaleco y, encima, quiere presumir. Y así le salen las cosas. Muy a su pesar se convierte en el hazmereir de todo el mundo