sábado, 7 de mayo de 2011

Adios al primer gran deportista español.


Severiano Ballesteros, uno de los más grandes jugadores de golf de todos los tiempos, ha muerto esta madrugada en su casa de Pedreña (Cantabria) a los 54 años, tras haber luchado durante los últimos dos años y medio contra un tumor cerebral.

El fallecimiento de Seve se produjo sobre las 02.10 horas (00.10 GMT) "consecuencia de una insuficiencia respiratoria", explicó en la puerta del domicilio su hermano Baldomero, quien declinó hacer más declaraciones y pidió que se respete la intimidad de la familia en estos momentos.

Ganador de dos Masters de Augusta, tres Abiertos Británicos y cuatro Ryder Cup y Premio Príncipe de Asturias de los Deportes, Ballesteros había puesto fin a su carrera en 2007, incapaz de superar su dolor crónico de espalda y de recuperar el nivel de juego que le había hecho mundialmente famoso en los años 80 y 90.

En octubre de 2008 se le detectó un tumor cerebral que le obligó a pasar cuatro veces por el quirófano. En las últimas semanas, su salud se había ido deteriorando progresivamente y, de hecho, el viernes su familia anunció que había sufrido un empeoramiento severo de su condición neuronal.

Tras la convalecencia por las operaciones a las que fue sometido en el Hospital La Paz, en Madrid, Ballesteros regresó a su casa de Pedreña en diciembre de 2008 y reapareció en público el 3 de mayo de 2009, cuando acudió al palco del estadio de El Sardinero para presenciar un partido entre el Racing de Santander y el Almería. Unas semanas más tarde, acudió a la celebración del Día de las Fuerzas Armadas en Santander, donde tuvo un encuentro con el Rey de España, que elogió su actitud ante la enfermedad. "Eres un ejemplo, Severiano", le dijo Don Juan Carlos al campeón cántabro.

Seve Ballesteros siguió sometido a tratamiento médico y decidió constituir una Fundación para impulsar la investigación contra el cáncer, en una iniciativa que presentó rodeado de otros grandes nombres del deporte español, como los exfutbolistas Emilio Butragueño y Luis Miguel Arconada y el exbaloncentista Juan Antonio Corbalán. Sin embargo, con el paso de los meses, sus apariciones públicas se fueron reduciendo progresivamente y Ballesteros se recluyó en su casa de Pedreña, donde ha pasado sus últimas horas acompañado de su familia.
(El Mundo; 7-5-2011)

D.E.P.

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