Ciccio, un pastor alemán de 12 años todos los días va a la iglesia a la que iba su dueña, que murió hace dos meses, y se queda allí por varias horas a la esperar que ella regrese.
El lugar es la Iglesia de María Asunta, en el poblado de San Donaci en Puglia. El perro no deja de visitar el lugar, esperando el regreso de su ama. "Apenas escucha las campanas o ve llegar el coche fúnebre, el perro entra y sigue al ataúd como si la dueña pudiera resucitar", declaró un testigo al diario Il Messaggero.
Ciccio era un perro que estaba en la calle hasta que la mujer fallecida, Maria Lochi, lo rescató y adoptó. "Todo el pueblo lo protege, lo alimenta y acaricia como emblema de fidelidad", agregó el testigo. El extraño comportamiento del animal hizo que el cura del lugar le reservara un espacio en la parroquia exclusivo para que él pueda estar tranquilo.
Por algo el perro es el mejor amigo del hombre....
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