El amor puede ser el causante de comportamientos obsesivos y compulsivos, cambios de humor o de personalidad, perdida del autocontrol y de la autoestima.
Biólogos, psicólogos, poetas y músicos, han cuestionado desde siempre la idea de si el amor es una profunda emoción espiritual, o por el contrario, una potente y dañina adicción biológica.
Según Flyliving en su artículo - Why Heartbreak Hurts: Your Brain On Love - , en un estudio de investigación, dirigido por la antropóloga Helen Fisher, los científicos sometieron a personas sentimentalmente perjudicadas a un test mediante resonancia magnética, para ver su actividad cerebral. La conclusión es que el amor puede ser tanto una emociono espiritual como una adicción.
Reclutaron a 10 mujeres y 5 hombres abandonados recientemente, y cada participante rellenó una encuesta llamada Passionate Love Scale, utilizada para calcular el grado de sentimiento de amor hacia su ex pareja.
Mientas se exponían al escáner, los pacientes tenían que mirar la foto de la persona que los abandonó. De esta forma los científicos podían sacar fotografías de su actividad cerebral.
Las partes del cerebro que demostraron una mayor respuesta fueron:
El Sistema Límbico: asociado a los mecanismos de básica recompensa y supervivencia.
El Lobulo Frontal: unido a ganar o perder, a la adicción y la regulación emocional.
El rechazo de un amante es un experiencia negativa muy poderosa, que puede hundir a las personas en depresiones, o llevarlas a cometer actos extremos (suicidio, homicidio, amenazas...).
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