martes, 2 de junio de 2009

¿Tienen los titiriteros de la ceja una red de compra de entradas de cine?


Unos 200.000 espectadores pagaron por ver la última joya del cine española, Camino. Parece que pudieron ser menos si lo que cuenta Alfredo Landa es cierto.
Acabo de leer Alfredo el Grande. Vida de un cómico, las memorias de Alfredo Landa transcritas con ingenio y acierto por Marcos Ordóñez. Se trata de uno de los libros más divertidos que he leído en mucho tiempo. ¡Menuda vida se ha pegado Landa!
Hay episodios impagables, como el éxito inesperado de Polvos mágicos, una lección para quienes nos rompemos la cabeza intentando persuadir a la gente de que compre algo.

Debido a que su padre era oficial de la Guardia Civil, Alfredo viajó por toda España en su infancia... y no tuvo ningún problema con los idiomas. ¡Incluso aprendió catalán en Gerona!

Os traigo este libro por las críticas de Landa al cine a y a los actores actuales. Revela que los números de los espectadores están hinchados, pese a lo cual el cine expañol no lo ven ni los moscas que votan a ZParo. Una cosa es votar que, creen las moscas, sale gratis, y otra pagar por ver bazofia.
Para abrir boca esta frase de Alfredo el Grande sobre las películas españolas en las televisiones:
¡Si a mí me han llegado a decir que prefieren emitir lo de la Teletienda, que tiene más audiencia. Cualquier cosa tiene más audiencia que una película española.
Y ahora Sherlock Holmes descubre al asesino:
O simplemente que el público no va porque no le interesa un grijo lo que le cuentan.

Tú te preguntarás: ¿cómo llegas a recaudar en dos semanas esos 300.000 euros de taquilla para recobrar el 33 por ciento del presupuesto. Pues es muy fácil, aunque haya gente que no se lo crea: comprando las entradas.
Que sí, hombre, que sí, que la mitad de los productores las compran. La tira de entradas compran. Hombre, evidentemente no van al Capitol y le dicen a la taquillera: "Póngame una ristra que traigo aquí diez millones".
Tienen sus canales, sus contactos con los exhibidores.

En España hay 5.000 cines, que a este paso pronto se quedarán en la mitad o menos, y SE ORGANIZA UNA RED DE COMPRA DE BUTACAS, en Oviedo, en Carcagante y en Villanueva de la Jurisdicción, qué se yo. Hacerse, no sé exactamente cómo se hace, pero vaya, ellos mismos me lo han contado, es práctica habitualísima. Un negocio redondo. Y lo acojonante es que ni aun así despega el sector.

Ah, los socialistas y su espíritu de tribu:
Para mí todo empezó a fastidiarse con la famosa Ley Miró. Creó unas comisiones que repartían los cartones de rodaje entre sus amigos. Y los productores de la vieja escuela, que eran los que hacían más películas, se quedaron fuera del reparto.
A ver, niños, ¿a quién creéis: a Alfredo Landa o al Sindicato de la Zeja?

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