jueves, 18 de marzo de 2010

Una lacra de nuestro pais: los sindicatos nacionales

El número de liberados sindicales en España es uno de los secretos mejor guardados. CCOO y UGT emplean la táctica del avestruz mientras la patronal CEOE calcula que hay 4.127, con un coste de 250 millones de euros anuales. En realidad la cifra es, cuando menos, catorce veces mayor sin tener en cuenta los liberados de las secciones sindicales, sino sólo los correspondientes a los delegados de personal elegidos en las elecciones sindicales.

Como denuncian fuera de nuestras fronteras cada vez que CCOO y UGT obstaculizan las reformas en el mercado de trabajo, los sindicatos españoles conforman una "aristocracia" laboral que se dedica a apoyar al Gobierno socialista, a proteger a los trabajadores fijos, no siempre los más productivos, y a lanzar soflamas contra los empresarios, que son los únicos que pueden crear empleo y ayudar a la economía española a salir de la recesión.

Los sindicatos más subvencionados de España, dirigidos por Cándido Méndez (UGT) e Ignacio Fernández Toxo (CCOO), tienen como comportamiento habitual ocultar a la opinión pública el verdadero coste que supone su existencia para los trabajadores y las empresas, especialmente en lo referente a los liberados. Es decir, aquellas personas que reciben sus salarios de las compañías que les han contratado, pero no desempeñan labor alguna en ellas. En lugar de ello están al servicio de las organizaciones sindicales.

La falta de transparencia de las organizaciones sindicales mayoritarias, CC.OO y UGT, es, en este aspecto, total. Nadie sabe con certeza cuántos liberados tienen organizaciones a nivel estatal, autonómico, provincial o local. Siempre que se habla de ello, que es bastante y a menudo, se habla de miles de liberados, pero con escaso fundamento.

250.153 delegados sindicales en toda España multiplicados por tales 30 horas liberadas por la acción sindical al mes nos dan un total de 7.504.590 horas empleadas al mes en tareas sindicales que, consideradas a lo largo de un año, es decir, multiplicadas por 12 meses, se convierten en 90.055.080 horas "liberadas".

Dadas que estas horas son acumulables y adjudicables por persona, y siendo la jornada media efectiva en España de 1.576,8 horas la cantidad total de horas sindicalmente liberadas, 90.055.080, equivalen a 57.112,5 puestos de trabajo de tiempo completo o, lo que es lo mismo, a 57.112,5 liberados sindicales posibles a tiempo completo, a los que habría que añadir los liberados sindicales existentes en las secciones sindicales de empresa de UGT y CCOO.

Dicho en términos económicos, los empresarios españoles y la Administración pública están pagando del bolsillo privado y público, respectivamente, a 57.112,5 funcionarios sindicales, salarios que no ingresan pero que sí se ahorran las organizaciones sindicales.

Si consideramos que el coste laboral medio en España (salario + Seguridad Social) por trabajador y mes alcanzaba los 2.428,69 euros en el tercer trimestre de 2009, esto es, 29.144 euros por trabajador al año, el coste total derivado por los liberados sindicales y soportado forzosamente por ciudadanos y empresas españoles asciende a 1.664 millones de euros al año. Si se tiene en cuenta que muchos de los trabajadores liberados deben ser sustituidos por otros que realicen sus trabajos, el coste real de los liberados debe ser mucho mayor.

Y, desde luego, de ser su salario el medio que indica la CEOE, de 60.000 euros anuales, el coste entonces se elevaría a casi 3.500 millones de euros anuales.

Ingresos sindicales no contabilizados ni fiscalizados

Lo que son efectivamente ingresos para las organizaciones sindicales no son contabilizados como tales. Es decir, a la subvenciones no finalistas recibidas por los sindicatos de la Administración debería sumarse la cantidad correspondiente a los salarios de los liberados aunque sean pagados por terceros. En la práctica, estos liberados se comportan como empleados de los sindicatos que disponen de estos delegados con toda libertad y autoridad.

Así, estamos ante la presencia de dos gigantescas empresas, UGT y CCOO muchos de cuyos ingresos no proceden de su propia actividad sino que los succionan de la actividad de otras empresas y de los impuestos de los ciudadanos sin que exista control alguno, al menos, sobre los fondos públicos recibidos, que son los mayoritarios. De hecho, estamos ante organismos que tienen miles de trabajadores asalariados a su servicio, pero cuyos salarios, en su mayoría, son abonados por otros.


NOTA: mi opinion, lo que yo haria, seria radical: la prohibicion de los sindicatos nacionales.
Que cada empresatuviera su comite de trabajadores, y sus reuniones, a no ser que fueran con los empresarios, fueran en horas libres, no de trabajo.
Si quieres, se puede formar por autonomia, o provincia, un sindicato de cada sector o algo asi.
Pero los sindicatos nacionales prohibidos. Funcionan como una empresa, sus directivos chupan bien del bote, y despues, ayudar lo que se dice ayudar al trabajador..POCO O NADA.
y no saben la problematica de cada trabajadador o cada empresa, y ademas, los sindicatos naciones, funcionan como verdaderas MAFIAS. Son un lacre en nuestro pais, en nuestro mundo laboral, y en nuestra cartera..ya que viven a costa de lo que trabajan los demas.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Totalmente de acuerdo contigo, en principio podrían haber servido para ayudar de verdad a los trabajadores que en muchos casos hace verdadera falta pero el resultado es tristísimo solo se ayudan a ellos y ganan ellos