viernes, 12 de marzo de 2010

La espera de tu vuelta


El crepúsculo anunciaba que otra noche más se acercaba. Esta seria realmente fría y lluviosa. Las nubes negras escondían el cielo estrellado.
Yo miraba por la ventana, una mirada al infinito, como si no estuviera en mí.
Pensaba si por fin esta seria la noche que volverías a hablarme. Supongo que no.
Las primeras gotas de la fina lluvia comenzaban a chocar contra los cristales. Después de unos instantes esas gotas finas gotas se convertían en una fuerte lluvia. La calle se queda vacía, desierta. Un silencio solo roto por el choque del agua en las aceras y por el paso de algún coche.
Seguía pensando en ti. Tu falta de interés me sumía en una tristeza que nadie entendía. Me saltaba la eterna duda: ¿me ignorarías por poco tiempo, o acaso esta era la definitiva vez? ¿Acaso el otro día fue la ultima vez que me hablarías?
Es una duda que me hunde en la incertidumbre. Sentía que solo la soledad me acompañaba en esta habitación.
Estoy cansado. La espera es eterna. Tu imagen no se va de mi mente. Te tengo a todas horas aquí dentro. Nadie como tu ha vuelto a pasar por el camino de mi vida. ¿Acaso no eres superable? ¿No encontrare a nadie como tu, o mejor? Supongo que el tiempo todo lo cura…pero son años teniéndote cerca, hablándote. Es difícil todo. El amor es difícil. El contacto es difícil…¿o acaso lo dificultamos nosotros?
Espero que vuelvas. Que me hables. Que nos veamos a la luz de una vela. Te espero.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Ningún amor merece largas esperas. El tiempo lo aleja todo, hasta los buenos recuerdos se diluyen en él. Por eso hay que seguir la vida y no detenerse ante quien no merece la pena, ante quien nos hace sufrir con inútiles esperas.