La Tiranía (del griego τυραννία), en el sentido que se dio al término en la Grecia antigua, era el régimen de poder absoluto, de ordinario unipersonal, que con frecuencia instauraba el tirano, aquel o aquellos que habían derrocado el gobierno de una ciudad-estado, normalmente gracias al apoyo popular, pero también mediante un golpe de estado militar o una intervención extranjera. Así, el tirano ocupaba el poder no por derecho, sino por la fuerza. Para la mentalidad moderna, la tiranía se identifica con un uso abusivo y cruel del poder político que se ha usurpado, pero entre los antiguos griegos, sin embargo, el término no estaba tan cargado de connotaciones peyorativas, y a menudo tenía mucho que ver con la demagogia y el populismo. Para los griegos incluso el término tuvo en principio una connotación positiva y muchos tiranos eran queridos y muy populares entre los ciudadanos de las polis, la metrópolis y las menores que eran administradas por éstas. Con el tiempo las tiranías se convirtieron en un sistema político muy recurrente por autoritaristas que se apoyaban en la nobleza de la ciudad para hacerse con el poder. En este momento en el mundo griego el término griego era empezado a odiarse e identificarse con la tiranía.
El despotismo es un gobierno de una autoridad singular, una persona o un grupo de personas estrechamente relacionadas, que gobiernan con poder absoluto. A dichos gobernantes se les denomina déspotas. La palabra insinúa reinado tiránico; supone una forma de gobierno que impone control absoluto de todo ciudadano.
Un término relacionado es despotismo benevolente o despotismo ilustrado, el cual se refiere específicamente a una forma de gobernación que llegó a ser prominente en el siglo XVIII. En esta instancia, los monarcas absolutos usaban su autoridad para instituir varias reformas en la estructura política y social en sus patrias. Este movimiento probablemente fue influido grandemente por los principios de la Ilustración.
Aunque la palabra actualmente lleva una connotación negativa, originalmente era una posición legítima en el Imperio Bizantino. El título despotēs se otorgaba a los miembros de la casa imperial. Esta tradición empezó con el futuro rey Béla III de Hungría, como el futuro yerno y heredero del emperador bizantino, Manuel I Comneno en 1163. Según Gyula Moravcsik, el título fue una simple traducción del título húngaro de Béla "úr", pero otros historiadores creen que viene del título romano dominus.
Hoy en dia no hace falta ir muy lejos para encontrar tiranos y despotas. No hace falta mirar hacia atras en el tiempo, pues todos conocemos politicos, empresarios o simples jefes que aun piensan que los trabajadores son meros esclavos, y deben obedecer y trabajar al servicio de su señor a cambio de una propina (antaño era a cambio de un hogar cutre y un plato del cual comer).
Nuestra humanidad se va modernizando con el paso de los años...pero hay cosas, actos y mentalidades anticuadas y pasadas de tiempo que todavia perduran en nuestra sociedad. Lo triste es que lo malo, nunca acaba.
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