miércoles, 24 de febrero de 2010

Polémica Campaña Antitabaco en Francia



Causar polémica y remover conciencias. Lo han conseguido. En la imagen, un par de jóvenes rubios están arrodillados para realizar una felación. Y lo que sale de la bragueta no es un pene. Es un cigarrillo.

Para la asociación francesa Derechos de los no Fumadores (DNF) el ejercicio de fumar equivale a la humillación de someterse a una felación contra la propia voluntad. Este es el mensaje que se desprende de la campaña antitabaco por la organización.

El eslogan que acompaña es "Fumar es ser esclavo del tabaco" y este inunda ya los espacios públicos de París. Locales, discotecas y prostíbulos, como publica el diario Le Parisien en el artículo "Cette campagne anti-tabac fait scandale".

La iniciativa ha escandalizado a partes iguales a las asociaciones familiares, a las feministas y a diferentes personalidades políticas. Unas y otras lamentan la demonización del sexo y la gratuidad de la asociación entre felación y sometimiento.


¿Vale el todo por el todo al hacer campañas publicitarias? Se me pasa por la cabeza las campañas en tv de la Direccion General de Trafico, en las que salian accidentes, con heridos, muertos, sangre, etc...campañas muy duras, pero que sin embargo consiguieron su objetivo: disminuir el numero de accidentes y victimas.

lunes, 22 de febrero de 2010

Radares de tráfico: Impedir accidentes, o afan recaudatorio?



Hace poco lei un articulo que venia a decir que, en España, el 85% de los radares de tráficoestan colocados en puntos donde nunca ha habido ningun accidente. Por contra, solo el 15% controla puntos negros de nuestras carreteras. ¿Esto quiere decir que los radares se colocan para impedir accidentes, o para recaudar dinero? Leido este articulo, me inclino por la 2ª opcion:

Con motivo de una reunión del Foro Nueva Economía, el Director General de Tráfico dejó muy claro que su interés prioritario es hacer rentables las inversiones de su departamento. Rentables única y exclusivamente en términos de dinero recaudado y no desde un punto de vista mucho más abierto como puede ser el reducir las víctimas del tráfico, evitar la sangría que para la sociedad supone cada accidente con víctimas.

Para Pere Navarro no tiene sentido poner radares en carreteras de segundo orden donde haya menos de 6.000 vehículos/día, aunque es en esas carreteras donde se producen casi 3 de cada 4 accidentes con víctimas. Es un problema de inversiones y de recuperar esas inversiones. Cada radar nos cuesta a todos los españoles, o al menos a los que pagamos impuestos, 70.000 euros de media.

Para recuperar esa inversión estos radares hay que ponerlos en las rectas, si es posible en bajada, en tramos que no tengán ningún problema de seguridad, porque así es como se hace más caja. Y eso es lo único que le interesa al señor Navarro. Un dato importante, en autopistas y autovías de calzada desdoblada se producen menos del 10% de los siniestros. Y es donde están la inmensa mayoría de los radares.

Hace unos meses les hablaba de la Dirección General de “Tributos”, porque este departamento del Ministerio del Interior que dirige el señor Navarro tiene como principal objetivo recaudar dinero. Entonces les hablaba de marketing, de estudios económicos, de inversiones, y el mejor ejemplo son las últimas palabras de Navarro. No importa, para nada que haya menos víctimas, sino que el objetivo es recaudar más dinero.

Y las previsiones son aún más negras para todos los conductores en los próximos años. Acabaremos pagando con nuestras multas los sueldos de cientos de políticos que no saben de nada más que, simplemente, ser políticos.

me parece absurdo es que sigamos con los mismos límites de velocidad de los años setenta y con que a un funcionario de la Dirección General de Carreteras se le ocurra la genial idea de limitar en un tramo de carretera de tres carriles con una perfecta visibilidad y sin ningún peligro a 60 km/h . O a 90 km/h en una curva muy amplia de una autovía que se puede hacer perfectamente a 200 km/h. Y con los tramos de velocidad controlada, que van a llegar en breve, con los que tendremos en marcha el “peaje oficial”.

O las mejores calles de una ciudad, las más anchas y seguras, con una limitación de 30 km/h. Los alcaldes no son tontos y han visto que la mejor manera de hacer caja en sus ayuntamientos es poner multas de tráfico. Se acabó la burbuja inmobiliaria y ahora empieza la burbuja del tráfico.

¿Quien se acuerda a estas alturas de la seguridad vial? Desde luego Pere Navarro y su departamento de marketing no.


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¡140 en autovías!

miércoles, 3 de febrero de 2010

Decepción


Hoy me siento decepcionado. ¿He perdido un amigo, sin saber muy bien porqué?. Creí que aunque no pudiéramos estar juntos, seguiría habiendo un vínculo especial entre nosotros, una confianza mutua que nada ni nadie podría romper. Un interés por cuidarnos en cierto modo e intentar no hacernos daño.

En los últimos días he descubierto que era yo el único que lo sentía así. En los últimos días su actitud y sus palabras me han decepcionado por momentos. Comienzo a dudar que alguna vez sintiera algo por mí. Y es muy triste constatar que han jugado con los sentimientos.

Siempre tememos no poder cumplir con las expectativas que creamos en los que amamos. Y el temor es justamente a perder un poco de ese amor que tanto necesitamos. Pero siempre es mejor vivir con ese temor antes que con el declarado desamor que te enfría el alma. Y hoy estoy así, con todo el desamor en mí, y con un imperiosos deseo de adrenalina.

Siento que otra gente pasa por encima de mi, otra gente que al final no es la que está ahí siempre, solo cuando le interesa.

¿Por qué nos empeñamos en no decepcionar si la otra persona estará a su vez tan ocupada que no se dará cuenta de que tú mismo piensas que puedes decepcionarla?

Es un sentimiento extraño este de la decepción. Tristeza por haber confiado y perdido; alivio por haberme alejado a tiempo.

Y orgullo por la decisión que tomé. Hoy más que nunca.

martes, 2 de febrero de 2010

Óscar, el gato que predice la muerte..


El gato de la portada del libro se llama Óscar, y su historia bien merece publicarse con tapas duras. Este gato común europeo tiene una habilidad que lo hace parecer de otro planeta. ¿Por qué?, os preguntaréis. Shhh!, os lo diré al oído: porque este extraordinario minino puede predecir ...la muerte.

La historia parece pura fantasía, pero es complentamente real. Óscar, un gato blanco y gris, vive en una clínica de reposo para ancianos de Rhode Island y, para sorpresa de los médicos, posee la extraña capacidad de saber qué residentes van a morir.

¿Que cómo lo sabe? Éste es un misterio. Cuando Óscar intuye la triste noticia, se acurruca junto a los ancianos que van a morir, tal y como cuenta el doctor David Sosa, autor del libro, titulado "Hacer rondas con Oscar: el extraordinario regalo de un gato ordinario".

Su historia ya salió a la luz pública hace un tiempo, pero además de titulares en prensa, ahora el gato también tiene un libro, donde se cuenta que Óscar ha traído consuelo a las familias de los ancianos, porque sabían que sus seres queridos no morirían solos.

En el libro se relaciona a Óscar con la visión de los ángeles y de lo divino antes de la muerte. David Sosa afirma que el gato sabe de forma instintiva cuándo la persona se está preparando para dejar su cuerpo.

Sosa es geriatra en esta residencia, donde Óscar vive desde pequeñito, y ha querido escribir el libro para difundir su historia y rendirle homenaje. Tanto él como el personal de la residencia alucinan cuando "Oscar salta en la cama con el paciente y ronronea, ofreciendo consuelo y compañía en los últimos momentos", cuenta Dosa.

Sosa atiende a los pacientes que sufren de demencia de la etapa final de Steere House Nursing and Rehabilitation Center en Providence, Rhode Island, y empezó a observar la reacción de Óscar hace varios años. Y no tardó en contarlo en un periódico médico: "Óscar tenía una capacidad extraordinaria para predecir cuando los residentes estában a punto de morir", escribió en 2007 para el New England Journal of Medicine.

Según Sosa, Óscar ha predicho la muerte de 50 pacientes durante cinco años, y el personal del asilo presta atención a sus movimientos. Cuando se pasea entre los pacientes con enfermedad terminal y se lanza en una de sus camas y se acurruca junto a ellos, el personal de enfermería entiende que la muerte de ese paciente es inminente y comenzar a llamar a los familiares del enfermo.

De "admirable y poco conocida" califica Dosa la historia de este gato, razón por la que se decidió a contarla. "En casos de fases finales de demencia, los pacientes mueren solos porque han sobrevivido a sus seres queridos o sus seres queridos viven lejos. En tales situaciones, Óscar es un consuelo", dice el geriatra.